Tormenta de Fuego
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Capitulo 28: Condena por terminar

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Mensaje por Jinn de helios Miér Jun 17, 2009 10:57 am

La tensión crecía a medida que los dos contrincantes daban rodeos, buscando la oportunidad de atacar bajo cualquier circunstancia, Meldak se había fortalecido tanto en un momento, que uno podía sentir la magnitud de su poder, casi verla, y Arnes había cambiado drásticamente, pues su otra mitad había despertado de una manera poco común, por alguna razón, el demonio solamente atacaba a Meldak, lo más probable era que lo viera como el adversario más fuerte, igual que lo haría un lobo retando al líder de su manada, lo único que el desquiciado demonio Arnes quería era probar la sangre de Meldak…
-¿Cómo creen que esto termine…?-preguntó Jinn con inquietud a sus compañeros…
-Tenemos que mantener la guardia en alto hasta que la pelea termine…-planeó Karen, en tono serio-Y si él gana, entonces…-
-Olvídalo-interrumpió Keidis, lanzando un suspiro-Si Arnes gana, no podremos detenerlo, su energía es algo escalofriante. Pero si él pierde, de cualquier forma habrá que enfrentarse a Meldak, y no creo que haya forma en que alguno de nosotros lo derrote…-
-Y si lo logramos, estaremos en muy malas condiciones para enfrentar a Feline-Observó Jinn, con pesar. Por donde lo vieran era una situación sin salida, ¿Hasta que punto podrían seguir?
Arnes lanzó una siniestra carcajada, antes de volver al ataque contra Meldak, sin embargo, este se había vuelto tan veloz que casi no se veían sus movimientos al bloquear, eso no disminuía los esfuerzos del demonio, quien seguía atacando, deseando ver la sangre del guardián de la puerta.
Meldak lanzó un golpe con su espada, que su oponente bloqueó con ambas armas, pero la fuerza del ataque lo hizo retroceder un poco, con sus pies resbalando sobre el suelo pantanoso, increíblemente, el demonio no parecía afectado, riéndose entre dientes, con una sonrisa demente en el rostro…
-No importa que te hayas vuelto un demonio, no hay forma de que me mates…-normalmente, la amenaza no habría cambiado nada en lo absoluto, pero al parecer, Arnes reaccionó ante una palabra en específico…
-Yo… yo busco…-Arnes abría su boca, soltando palabras en una voz tan siniestra, que lograba reflejar la oscuridad profunda de la que había nacido-Yo busco… SANGRE…-
Meldak volvió a atacar con una de esas esferas oscuras salidas del mango de sus espadas, confiado en que podría derribarlo igual que la última vez, pero Arnes bloqueó con sus espadas, y rió con manía antes de atacar…
-¡Espejo Infernal!-esta vez no solo redirigió el ataque con más poder, sino que además, lo duplicó, lanzando más esferas de energía sobre Meldak, quien las esquivó velozmente para contraatacar, chocaron sus espadas, haciendo fuerza el uno contra el otro, sin poder superarse, las chispas volaban causa de la fricción entre las armas, mientras los combatientes se enfrentaban cara a cara, Arnes parecía realmente emocionado ante la posibilidad de pelear contra el guardián de la puerta, y Meldak no soportaba tener frente a un oponente que se riera literalmente de sus capacidades, quería deshacerse de él lo más pronto posible…
Se separaron al darse cuenta de que eso no los llevaba a nada, Meldak comenzó a pensar que debía usar su mejor técnica para acabar con él…
Meldak lo atacó varias veces, arrinconándolo para evitar que escapara, y luego lanzó el ataque…
-Siete Sombras de Muerte-Meldak golpeó con su espada derecha, girando para atacar con la otra también, a gran velocidad, repitió lo mismo, pues estos ataques dejaban un punto débil en la defensa de Arnes, y cuando la brecha era demasiado grande para sostenerla, Meldak empuño ambas espadas y descargó un poderoso golpe que lo derribó en el suelo, mientras el guardián lanzaba una risa de victoria…
Pero Arnes se levantó, ladeando un poco la cabeza, como si no hubiera pasado nada, el demonio era de pocas palabras, igual que su contraparte a pesar de su actitud distinta, por lo que fue uno de sus compañeros el que rompió el silencio…
-Parece que te va a tomar más que eso para ganar-dijo Keidis con voz socarrona, pero eso no contenía la confianza de Meldak en su victoria, ya que lo que había planeado realizar ahora era un hecho…
-Es solo cuestión de tiempo antes de que yo los liquide…-clamó Meldak, sonriendo a pesar de los hilos en su boca, a Arnes no le parecía igual, así que siguió atacando de manera demente, igual que lo había hecho hasta el momento.
Pero algo andaba mal ahora, la fuerza de sus ataques parecía haber disminuido, lo mismo con su velocidad, Meldak lo pateó con su titánica fuerza, haciendo que atravesara un árbol y derribara el de atrás, el resto del grupo miraba asombrado, puesto que era un cambio demasiado repentino, Jinn observó como Arnes se levantaba poco a poco, y se dio cuenta de algo que lo alarmó demasiado…
La mirada de Arnes aún reflejaba locura, y una obscuridad muy intensa como para compararla con algo más, pero detrás de esta, se veía poco a poco como la expresión de Arnes recuperaba su gélido semblante, y junto a este, un gran desconcierto…
-¿Q-que diablos…? ¿Qué es lo que pasa?- se preguntó Arnes, recobrando lentamente su conciencia humana, Meldak se rió con su voz profunda, hasta ahora nadie había reparado en lo que tenebroso que era verlo hablar…
-Esta técnica sella poco a poco la energía, al final…-Meldak dio una carcajada antes de terminar-te quedarás sin nada…-
Arnes lo sentía, aquella maldición en la que había caído recorría todo su cuerpo, llevándose sus fuerzas a pedazos, ahora que tenía su conciencia de vuelta, debía aprovechar lo que quedaba de energía de su verdadera persona para terminar la pelea, el resultado de todo el viaje dependía de él…
Arnes volvió a atacar, pero frente a la increíble fuerza que había cobrado Meldak, era como si golpeara un muro de acero, los poderosos brazos del guardián amortiguaban cada golpe a través de sus espadas, mientras la energía de Arnes se reducía de manera absurda…
Meldak volvió a lanzar otro ataque de espada, con tanta velocidad que Arnes no pudo bloquearlo. El golpe lo azotó contra el suelo y dejó un rastro sangrante a través de su pecho y su abdomen, a pesar de la herida, la fuerza del demonio no se opacaba fácilmente, y se levantó para continuar el combate, su orgullo quedaría herido si perdía estando tan cerca de su objetivo…
-Ya no tienes oportunidad…-se burló Meldak, limpiando la sangre del costado de su espalda con la puerta-ríndete, y seré indulgente…-
-No te atrevas a subestimarme…-le espetó Arnes, aún con rastros de la voz del demonio en sus palabras.
Se lanzó al ataque, pero Meldak lo repelió fácilmente, golpeándolo en la cara para aturdirlo, y luego atacando con su espada, con tal fuerza que Arnes voló dos metros en el aire y cayó con un ruido sordo en el suelo…
Tardó mucho tiempo en levantarse, que Meldak esperó con regocijo, saboreando la victoria que estaba logrando con tanta facilidad, cuando logró reincorporarse, su ojo izquierdo había apagado completamente su infernal brillo, un nuevo corte se añadía al que ya había sufrido en la pelea con Kysumi, formando una x que cruzaba su pecho y su estómago, apenas podía mantenerse de pie, era muy lamentable comparado con el increíble despliegue de poder que su forma demoniaca habría logrado en las mismas condiciones…
Y sin embargo, Arnes continuó atacando, tratando con lo que le quedaba de fuerza para ganar. Meldak se reía de sus vanos esfuerzos, y decidió acabar con la pelea de una vez, se alejó y reunió su poder para lanzar una última vez los proyectiles oscuros que tanta ventaja le daban en contra de Arnes, el no podía moverse con la rapidez necesaria para evitarlos, así que solo tenía una opción…
-¡Espejo Infernal!-la resistencia de Arnes estaba al límite en cuanto trató de retener la energía de su oponente, él mismo sabía que solo estaba haciendo resistencia inútil, que no podría contener el ataque por más tiempo, que simplemente no sobreviviría…
“¿Y qué? ¿Ya acabaste con tu patética actuación?”
Y de repente, ya no estaba en el campo de batalla, sino en un salón que, a pesar de oscuro, era muy elegante, con incrustaciones de piedras preciosas en cada pared, y frente a él, una persona sentada en un trono de diamante oscuro, Arnes no tardó en darse cuenta de que esa figura de ojos llameantes era él mismo…
Arnes lo miró a los ojos, siendo testigo por primera vez de la demencia interior de su verdadero ser, su sonrisa rayaba en los límites de las pesadillas, y no parecía en lo absoluto afectado por la deplorable situación de su forma humana…
-¿Qué te pasa? ¿Es que te asusta ver lo que en verdad eres?-
-No me importa-respondió Arnes, sin dejo de sorpresa-tengo una pelea que ganar y estás interfiriendo-
-Créeme, si tu miserable intento de combate fuera una pelea ganada-dijo el demonio, riendo entre dientes-nosotros no estaríamos aquí…-
-Tú estás demente…-replicó Arnes, hastiado.
-Quizá, pero la locura confiere poder, lo sabemos mejor que nadie-
-¿De quienes estás hablando?-
-Tú y yo somos una misma esencia-explicó sin prisa el demonio, levantándose como lo haría algún lobo para acechar a su presa desprevenida…-a diferencia de tu ridículo amigo y ese parásito, solo estamos divididos por tu falta de decisión…-
-¡Si crees que yo soy el indeciso ¿Por qué dejaste que Meldak te sellara?!-respondió Arnes, irritado, pero con completa calma en su rostro…
-Eres un ingenuo, el que manejamos no es un poder que puedas contener tan fácilmente-replicó sonriente el demonio que tenía tan macabro parecido con Arnes-aún cuando ese guardián gigante tuviera la iniciativa para crear un sello, solo tú puedes retenerlo. En otras palabras, tú querías que lo sellaran…-


Última edición por Devil Arnes el Jue Oct 08, 2009 6:26 pm, editado 2 veces (Razón : Ortografía)
Jinn de helios
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